Últimamente se ha ido propagando un miedo atroz por una
cosa: una invasión zombie. En efecto, parece que una de las cosas que más nos
preocupa hoy en día es que en un futuro no muy lejano, los muertos se levanten
de las tumbas y comiencen a tomar posesión de nuestras ciudades para comer
nuestros cerebros. Esto, alimentado por series y películas del estilo como “The
Walking Dead” o “Soy Leyenda” han contribuido a temer cada vez más la
hipotética invasión zombie. Yo, por si acaso, ya me he comprado un búnker en la
Antártida (que los zombies tienen muy mal equilibrio y se resbalan muy fácil en
el hielo) y mi set de plantas mutantes a prueba de muertos vivientes y demás
seres de ultratumba.
Pero el tema que hoy nos ocupa es algo de lo que nadie se ha
atrevido a hablar hasta ahora, y que
irónicamente es más grande y temible que la misma invasión zombie: las raquetas
eléctricas.